En 2014 estudiarán nueva variante a la peligrosa Cuesta Caracoles de Tomé

Cuesta Caracoles de Tomé.

Después del trágico accidente ocurrido el pasado 9 de febrero en la Cuesta Caracoles, que dejó a 16 víctimas fatales, en su mayoría jóvenes hinchas del club de fútbol O'Higgins de Rancagua, se ha mantenido la preocupación por las condiciones de seguridad que ofrece la actual ruta de ingreso a Tomé, pese a que ya se repusieron las barreras que resultaron destruidas.

El pasado 9 de abril cuando el Gobierno Regional aprobó los fondos para el Teatro Regional del Biobío, se condicionaron esos recursos al estudio de cuatro proyectos. Uno de ellos es la construcción de una nueva variante a la Cuesta Caracoles. Es así como el primer trimestre de 2014 se llamará a licitación por parte del Ministerio de Obras Públicas para el diseño conceptual de esta nueva ruta.

El problema de Tomé se arrastra desde mediados de la década de 1990 cuando se destinaron los recursos para una variante a la Cuesta Caracoles, que resolviera los problemas que ofrece el camino que está fuera de norma. Sin embargo, la vía que debía ser bidireccional, finalmente quedó sólo unidireccional (en dirección a Concepción) por un problema de restricción presupuestaria y porque los trabajos de movimiento de tierras a orillas del mar salieron mucho más caros que lo estimado originalmente.

Para muchos tomecinos esa fue una oportunidad desperdiciada para haber construido la solución definitiva a los problemas de conectividad entre Tomé y Concepción, mediante una ruta costera que siguiera la huella de la abandonada vía férrea que pasa por Punta de Parra.

Otra de las alternativas que se ha barajado es que una nueva variante a la Cuesta Caracoles se realice mediante una bajada por el sector de Bellavista, con una pendiente más suave y curvas menos pronunciadas. Sin embargo, esta opción equivale en la práctica a alargar el camino existente en casi un kilómetro, aumentando el tiempo de viaje y el riesgo de transitar por un sector densamente poblado.