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| Sector El Mirador de Lirquén. |
En el caso de la Ruta 150, en el tramo entre Concepción y Penco, el riesgo más importante son los cruces a nivel que se realizan, especialmente por la gran cantidad de poblaciones y viviendas que se ha instalado en las cercanías.
Fue el caso del accidente de la semana pasada, en que un bus escolar que salía desde el sector Vilumanque chocó con un camión recolector de basura, donde uno de los dos no respetó la luz roja del semáforo, lo que causó la muerte del conductor del bus.
Se hace necesario un mejoramiento integral de esta ruta, que mejore la seguridad especialmente de los cruces y zonas de ingreso de vehículos a la carretera, que no tiene el estándar de autopista que requiere.
El otro sector muy complejo para los tomecinos es la Cuesta Caracoles, que en el verano dejó un trágico saldo de 16 muertos, debido al desconocimiento de la ruta del conductor de un bus que transportaba barristas. Aquí son frecuentes los problemas de vehículos con averías, que causan atascos en el tránsito y peligrosas maniobras. Se requiere con urgencia reforzar las barreras de contención en las zonas más peligrosas, mejorar la demarcación y la señalética. Sin embargo, la solución definitiva es la construcción de una variante a las dos pistas en dirección a Tomé, que cumpla con los estándares mínimos de seguridad vial que hoy exige el Ministerio de Obras Públicas para todos sus caminos.
Finalmente, está el sector entre Quebrada Honda y Lirquén, con trabajos inconclusos de mejoramiento, con tramos sin bermas y otras zonas que ofrecen riesgo para los conductores, especialmente porque el sector se caracteriza por su niebla.