Fútbol amateur tomecino jugó copa "Alejandro Quiero"
En recuerdo del destacado empresario forestal y constructor tomecino, Alejandro Quiero Avendaño, fallecido el año 2008, se disputó en Tomé un campeonato de fútbol amateur que lleva su nombre.
La competencia fue inaugurada por el alcalde Eduardo Aguilera y por el presidente de la Asociación de Fútbol Amateur de Tomé, Luis Alegría. El jefe comunal recordó en su discurso que la comuna todavía tiene la ilusión de contar con un equipo de fútbol profesional.
Al término del encuentro hizo entrega de un galvano recordatorio al presidente del Club, Germán Guzmán. Los concejales Carlos Lagos y Humberto Quezada hicieron entrega de medallas y diplomas a ex dirigentes, socios destacados y al nuevo refuerzo, Daniel Lira. Se destacó la participación del Club Cultural "Chamanto y Espuelas", que ofrecieron un espectáculo musical.
¿Quién fue Alejandro Quiero?
Oriundo de Tomé, hijo de Manuel Jesús Quiero Vásquez y Berta Avendaño, se destacó desde niño por sus espíritu emprendedor.
Durante su juventud, mientras cursaba la educación secundaria en el Liceo de Tomé, se dedicó a la mueblería y a la fabricación de juguetes.
Posteriormente trabaja en la compra y venta de madera, para luego instalar un aserradero y adquirir los primeros bosques.
Es así, como concibe a fines de la década de 1950, la posibilidad de exportar madera aserrada, lo que para la época era considerado “inviable”. Es así como en 1959 logra realizar el primer embarque en el Puerto Lirquén, con destino a Italia.
En las décadas siguientes logra consolidar un importante aserradero en el sector de Punta de Parra, en el camino a Tomé.
Como constructor civil fue entusiasta impulsor de la vivienda en madera y desarrolló varios proyectos inmobiliarios en Concepción, Chiguayante y Tomé.
Durante su juventud, mientras cursaba la educación secundaria en el Liceo de Tomé, se dedicó a la mueblería y a la fabricación de juguetes.
Posteriormente trabaja en la compra y venta de madera, para luego instalar un aserradero y adquirir los primeros bosques.
Es así, como concibe a fines de la década de 1950, la posibilidad de exportar madera aserrada, lo que para la época era considerado “inviable”. Es así como en 1959 logra realizar el primer embarque en el Puerto Lirquén, con destino a Italia.
En las décadas siguientes logra consolidar un importante aserradero en el sector de Punta de Parra, en el camino a Tomé.
Como constructor civil fue entusiasta impulsor de la vivienda en madera y desarrolló varios proyectos inmobiliarios en Concepción, Chiguayante y Tomé.