|
Rainer Krause. |
· Rainer Krause es exponente emblemático del arte sonoro en Chile y del 10 al 31 de mayo comienza en CasaPoli (Coliumo) un proyecto bien singular: n, la grabación y edición de cien voces distintas contando del 1 al 400.
· El artista alemán vive y trabaja en el país desde 1987. Su visita se enmarca en el Programa de Residencias 2014 “Contexto y territorio”, que organizan para este centro cultural los artistas Leslie Fernández y Óscar Concha.Por Carolina Lara.
Rainer Krause (1957, Hoyerhagen, Alemania) vive desde 1987 en Chile, desarrollando una obra que atraviesa tanto la pintura como la gráfica, el collage, la instalación o la acción performática. Los últimos diez años ha profundizado además un trabajo desde el sonido. Lo visual ha ido en retirada para ingresar a un ámbito del arte que recién logra notoriedad a nivel local. Krause es –desde esa vereda– exponente emblemático.
Su obra se ha situado dentro y fuera del país, en instancias de arte, en lugares extra institucionales y en el espacio público. Curador, docente y uno de los coordinadores del Diplomado de Postítulo en Arte Sonoro en la Universidad de Chile, está del 10 al 31 de mayo en CasaPoli desarrollando un nuevo proyecto sonoro.
Krause comienza aquí en donde planifica trabajar las voces de cien personas contando los números del 1 al 400, derivando en un montaje de audio relacionado a procesos de identidad y comunicación. La versión para Coliumo contempla la participación de 50 personas no vinculadas al ámbito del arte y la institucionalidad cultural, así como el trabajo en edición de un equipo de colaboradores coordinados a la distancia, contándose entre ellos Mónica Bate (otra destacada artista del arte medial y sonoro), más los estudiantes Nicolás Fuentes, Felipe Fierro y Sebastián Valenzuela. La exhibición a nivel local se realizará post residencia, en lugar y fecha a definir.
En paralelo, el artista continuará desde CasaPoli otros proyectos sonoros en desarrollo: Cambiar la pronunciación del propio nombre, donde graba a personas con las que tiene una “relación de importancia”; 1 TB5 [la isla], con el sonido de las olas a lo largo de las costas latinoamericanas; y.obj, sobre la relación entre objeto tecnológico y arte contemporáneo. Planifica también encuentros con la comunidad y la escena del arte local.
El artista es el segundo invitado del Programa de Residencias 2014 de CasaPoli, centro cultural ubicado en Coliumo, caleta de pescadores de la comuna de Tomé. Organizado con apoyo de Fondart por Leslie Fernández y Óscar Concha, comenzó en marzo con la visita de Juan Castillo, ex integrante del CADA (Colectivo de Acciones de Arte) que durante su estadía realizó dibujos, intervenciones, fotografía y registros en video. Bajo el concepto de “Contexto y territorio”, el ciclo incluye la visita de artistas nacionales e internacionales relevantes en la escena actual, buscando potenciar la producción experimental en artes visuales, los vínculos de los visitantes con el lugar y el intercambio de experiencias.
De octubre a diciembre, se suma la participación de: Adolfo Torres (Chile), cocinero y grabador; Dagmara Wyskiel (Chile-Polonia), a cargo del colectivo Se Vende de Antofagasta; Simón Wunderlich (Alemania), que trabaja experimentalmente con los lugares; cuatro artistas regionales emergentes seleccionados previa revisión de portafolios; y, como teóricos de arte encargados de dialogar con los invitados, Ignacio Szmulewicz (
arteycritica.cl) con David Romero (Mesa 8 y revista Plus).
PROYECTO
En la primera etapa Rainer Krause planea grabar con audio digital las voces de 100 personas contando del 1 al 400; 50 de ellas serán del sector Tomé-Coliumo y las otras 50 de Santiago.
Según detalla, estas grabaciones serán editadas y re-ordenadas en 400 pistas sonoras de seis minutos cada una, donde la pista Nº 1 contendrá todos los números 1 de las 100 personas grabadas; la pista Nº 2, todos los números 2, hasta la pista Nº 400 con todos los números 400 de las 100 personas grabadas. Las 400 pistas sonoras serán montadas en un archivo multipista, una tras otra. Serán 400 pistas de seis minutos cada una que alcanzarán 40 horas de duración.
“El puro reordenamiento de los números pronunciados y grabados significa 40 mil operaciones de edición de audio. Un trabajo que no puedo realizar solo. En la residencia voy a estar conectado por internet con mis colaboradores que realizarán una parte de la edición de las pistas”, explica.
La última etapa se realizará durante 2014 después de la residencia y consistirá en la instalación de la banda sonora resultante –de varios canales de audio– en una sala de exposición o sala cultural de la región. “La exposición durará 40 horas (cinco días de ocho horas cada día), o sea, exactamente el mismo tiempo de la duración de la banda sonora. En estas 40 horas, cambiará permanentemente: ningún número será repetido de la boca de la misma persona. Las voces singulares de 100 personas llenarán la sala de exposición visualmente vacía. La voz humana identifica el individuo en forma similar como las imágenes de sus rostros; tesitura, entonación, dinámica, calidad y acento se configuran diferente en cada uno”, agrega.
Cada vez menos visual, dice, sus últimos proyectos han ido apuntando al almacenamiento de archivos de audio en memorias virtuales de alta capacidad. Como si “pintara” con tonalidades de voz, con acentos que se arrastran, con silencios y formas de hablar, el carácter de los sonidos se relaciona, por ejemplo, al lenguaje cotidiano, al idioma y a la interacción con los otros.
Obras de larga duración, son ejecutadas a través de procesos de carácter performático, donde importa que los participantes no se relacionen con el mundo del arte: “Un tema es la relación con las instituciones culturales, especialmente las salas de exhibición. Nos parece urgente desarrollar métodos de sensibilizar ‘nuevas audiencias’. El arte contemporáneo es importante en la sociedad contemporánea, donde una parte mayoritaria no lee, no mira, no escucha. Un método puede ser involucrar parte de esta mayoría en el proceso de producción de obra, provocar diálogo y ojalá interés por el arte”, concluye.