jueves, julio 03, 2014

Las 7 tareas que Tomé tiene pendientes para el próximo verano

Playa Bellavista en el verano 2014.
En estos días fríos y húmedos, con lluvia y viento, nada mejor que recordar un poco esas cálidas imágenes del verano pasado y nuestras playas, que cada año reciben a miles de visitantes.

Tomé es indiscutiblemente, el mejor destino veraniego de la Región del Biobío (con perdón para nuestros vecinos de Coronel o Quillón).

Especialmente ahora, que contaremos con una avenida Latorre terminada en su remodelación, con una estupenda ciclovía y lindas áreas verdes para disfrutar.

En los últimos días la alcaldesa Ivonne Rivas se ha reunido con los comerciantes de Tomé y Dichato para evaluar junto al equipo municipal las deficiencias que presenta la comuna con miras a la próxima temporada alta. Se trata de un tema importante, porque de las ventas y atracción de turistas que se consiga en esos meses dependen muchas de las inversiones y puestos de empleo que la comuna puede generar.

En Tomé al Día.Com quisimos cooperar con esta tarea y nos propusimos enumerar las 7 tareas pendienes que tiene la comuna con miras al próximo verano. Aquí van:


  1. El aseo y ornato de la ciudad. Aunque el municipio se esfuerza por mantener limpias las áreas públicas, es indudable que la cantidad de turistas durante el verano obliga a reforzar este trabajo. Es impresentable que la basura se acumule en las playas de nuestra comuna. Los puntos negros en este aspecto son: sector Villarrica de Dichato (todavía con escombros del 27/F), playa Estación y paseo El Estero (un microbasural). 
  2. Perros callejeros. A todos nos gustan los perritos y deseamos que sean tratados con cariño y respeto. Sin embargo, no es posible pretender que nos llamemos comuna turística con una jauría de perros mordiendo a ancianos y niños que llegan por primera vez a Tomé. Eso es un boicot a todos los esfuerzos realizados. Tarea urgente: encontrarles un hogar a todos los perros callejeros, porque no basta con esterilizarlos y dejarlos en la calle. Esos igual muerden y defecan en la vía pública.
  3. Estacionamientos. No puede ser que los turistas se tengan que dar 20 vueltas en el centro buscando donde estacionar. Tampoco se puede pretender que la gente no venga en auto a la playa. Esos son clientes para nuestros restaurantes y comercio. Es urgente que el municipio licite al sector privado las playas de estacionamiento que deberán funcionar para el próximo verano. Todos los sitios eriazos deberían poder se habilitados para esta función. De paso, es platita contante y sonante que cobrarán sus propietarios. Pero el municipio debe impulsarlos y facilitar su funcionamiento.
  4. Semana tomecina. No sirve una semana de carnaval cuando se termina el verano. Se requiere un calendario completo de actividades durante diciembre, enero y febrero. No bastan con las "sonoras" y las "cumbias". Se requiere un programa de actividades culturales variado y para todos los gustos. La Casa de la Cultura inconclusa nos seguirá penando.
  5. No más cortes de tránsito. Si hay algo que odian los turistas que vienen a Tomé son los enormes tacos que se forman los fines de semana. Por eso, no tiene ninguna justificación posible realizar cortes en el tránsito en los alrededores de la plaza, para empeorar el panorama. Las actividades públicas en el estadio o en la playa, pero por favor, no más cortes de tránsito infernales.
  6. Precios subidos por el chorro. Tomé es una ciudad buena, bonita y barata. Alegre y divertida para vivir. Sin embargo, parece que algunos comerciantes, especialmente restaurantes de Dichato, quieren "hacerse la América" en dos meses de verano. La recomendación es no espantar a los turistas con platos de pescados y mariscos que parece que estuviéramos en Europa. No, así no se puede. Respetemos a los turistas. Mantengamos los precios todo el año. Precios en lugar claramente visible. No más "sorpresas" a la hora de la cuenta.
  7. Más información. Los tomecinos conocemos cada uno de los rincones de nuestro pueblo, pero nuestros visitantes no. Muchos pasarán por el lado de la fabrica Bellavista sin apenas darse cuenta y otros cruzarán por el sector California, sin siquiera imaginar nuestra rica historia de molinos y bodegas de vinos. Necesitamos que nuestras riquezas sean puestas en valor. Eso supone esfuerzo público y privado e imaginación.