miércoles, julio 02, 2014

EDITORIAL: Tomé, entre la ciudad posible y la que soñamos

En los últimos días se ha generado un interesante debate en nuestra página Facebook a raíz de la publicación de una noticia, en que la alcaldesa anunciaba que pedirá a ferrocarriles el traspaso de la faja vía para la construcción de una ciclovía desde Bellavista hasta Punta de Parra, que permita prolongar la existente.

Entre las opiniones estaban algunos que aplaudían la idea de una ciclovía y las áreas verdes y del impulso que esa iniciativa significaría para el turismo en la comuna, mientras que otros reclamaban que lo mejor sería luchar por el regreso del tren a la comuna.

Estos últimos, sin embargo, olvidan que hace algunos años ferrocarriles ya cedió al Serviu una parte importante de la faja para la construcción del primer tramo de la nueva avenida Latorre, lo que obligó a demoler el puente ferroviario sobre el estero Bellavista. Eso significa que en la actualidad simplemente no hay espacio para ubicar una nueva vía férrea que llegue hasta Tomé.

Si fue una buena o una mala decisión de la administración pasada, eso es una cuestión que deberá verse con el paso del tiempo. Sin embargo, lo concreto es que el sueño de reactivar el ramal ferroviario Lirquén-Tomé-Dichato-Pissis-Chillán es hoy sólo eso: una quimera.

Por el contrario, podemos ver que el eje Latorre, además de mejorar la capacidad vial del principal eje de nuestra comuna ha tenido otros impactos muy positivos.

Uno de los más interesantes es el gran interés que la ciclovía genera entre los turistas y los propios tomecinos. Es notorio que a cualquier hora del día e incluso al anochecer, encontramos personas de todas las edades haciendo actividad física en esta ciclovía.

Tener una ciclovía de 2 kilómetros a orillas del mar es hoy un lujo y uno de los activos turísticos más interesantes de la comuna, que deberíamos valorar y cuidar. Por eso, planificar que esa ciclovía se puede extender en hasta 8 kilómetros, en un recorrido que abarcaría casi todo el borde costero de la comuna, es simplemente una iea espectacular.

Otro de los problemas que tendrá Tomé el próximo verano, es decir. a la vuelta de la esquina. es la falta de espacios para estacionar los automóviles de los turistas. Es necesario que la Municipalidad y los comerciantes evalúen contar con sitios para por lo menos ofrecer una solución provisoria a los turistas y que de paso puede significar nuevos ingresos.

La posibilidad que ferrocarriles ceda al municipio los terrenos del sector de Quichiuto y la ex Estación, erradicando a viviendas que están en una zona de alto riesgo de tsunami y conviertan esos espacios en un parque, aparece como una opción que mejoraría notablemente la calidad de vida de la ciudad.

Finalmente, es justo reconocer que la avenida Latorre es fruto de la larga gestión del ex alcalde Eduardo Aguilera y que los pasos que ha avanzado la alcaldesa Ivonne Rivas están en la dirección correcta. Es necesario que los tomecinos cierren filas detrás de la autoridad comunal y le entreguen su respaldo ante ferrocarriiles, para que esta idea finalmente se concrete.