viernes, febrero 25, 2011

¿Cuál es su opción?

Tiempo de figuración

conmemoración o reflexión



Por Rolando Saavedra. (*)

Transcurrido un año de la gran tragedia del 27/F, Autoridades, Políticos, Artistas y Medios de Comunicación están ocupados en la conmemoración de dicha tragedia. A mi juicio a cada uno de ellos los motivan otros intereses, salvo excepciones. Para muchas personas que viven de la imagen, el no aparecer en la TV es sentir que no están vivos.

Creo honestamente que los terremotos no merecen conmemoraciones, sino acciones oportunas y eficaces a nivel personal y gubernamental, junto a ello es imprescindible que nos hagamos tiempo de agradecer y reflexionar. Agradecer el estar vivos y reflexionar sobre lo que hemos hecho y lo que nos falta por hacer para prevenir y/o mitigar los efectos sociales y materiales que nos otorgaran las tragedias futuras.

¿Cuál es la razón que no haya entusiasmo ni motivación para conmemorar los terremotos de los tiempos coloniales y de nuestra naciente república?

Los sismos del siglo XX ya se olvidaron. Como también se están olvidando los de la primera década del siglo XXI. Recordemos que hubo un terramaremoto en Aysén del 21 de abril de 2007 y el terremoto de Tocopilla del 14 de noviembre de ese mismo año. Esos últimos sismos dejaron de existir, ya que lamentablemente no fueron mediáticos.

El terramaremoto del 27/F fue grado 8,8 de magnitud Richter, pero sus efectos fueron y siguen siendo muy variables en lo material y personal. La magnitud para quienes perdieron a familiares y/o sus bienes es inconmensurable. Un ejemplo de ello es lo que le sucedió y le sigue sucediendo a la niña Consuelo Herrera Molina de Curanipe, quien en el voraz amanecer del 27/F perdió a 12 familiares directos. Su triste y trágica historia de sobrevivencia es una de las cientos de vivencias que se apagaron o encendieron en aquel infausto calendario.

Comparto el link o liga para acceder a un texto conmovedor. Pido a Dios que nos siga bendiciendo con el privilegio de la existencia, que otorgue el descanso eterno a quienes no volvieron a despertar e interceda para que los movimientos telúricos sean leves y el mar aprenda a mantenerse en su lugar: El Mercurio.

(*) Profesor e historiador tomecino.
www.romanvilleg.cl
romanvilleg@yahoo.es