Una red de nuevos corredores de transporte, impulsada por el MOP en coordinación con el MTT, proyecta transformar la conectividad metropolitana e incluye intervenciones clave en la Ruta 150 que une Concepción, Penco y Tomé.
El Gran Concepción dio un paso decisivo hacia la modernización de su movilidad urbana con el anuncio de una serie de proyectos liderados por el Ministerio de Obras Públicas (MOP), en conjunto con el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones (MTT), que contemplan la construcción de corredores de transporte público —también llamados electrocorredores— en tres ejes estructurales: la Ruta 160, la Ruta 150 Concepción–Penco–Tomé y la Autopista Concepción–Talcahuano (Tramo II). Se trata de las primeras obras de este tipo desarrolladas fuera de Santiago.
Las iniciativas forman parte de una red destinada a priorizar el transporte público, mejorar la seguridad vial y preparar los principales ejes del área metropolitana para la futura operación de buses eléctricos y de bajas emisiones. En el Biobío, la apuesta se orienta a fortalecer la conectividad norte–sur y consolidar un sistema intercomunal más eficiente y sustentable.
En la Ruta 160, el proyecto considera una intervención de 14,6 kilómetros que incluirá pistas exclusivas para buses, paraderos de alta capacidad, cruces seguros y obras de drenaje y pavimentación reforzada. Con ello, se beneficiará a los servicios que conectan San Pedro de la Paz, Lomas Coloradas, Boca Sur, Michaihue y Coronel, zonas con los mayores tiempos de desplazamiento del área metropolitana.
En el caso de la Ruta 150, eje que conecta de manera directa a Penco, Cosmito y Tomé con el acceso norte de Concepción, se proyecta una intervención cercana a los 8 kilómetros. Esta incluirá pistas segregadas para transporte público, paraderos de mayor capacidad y cruces peatonales seguros, beneficiando a miles de personas que se desplazan diariamente entre estas comunas costeras y el centro penquista.
El tramo de la Autopista Concepción–Talcahuano (Tramo II) contempla otros 8 kilómetros de obras que abarcan sectores clave como Hualpén, el subcentro de Talcahuano y el área de El Trébol. Allí se incorporarán andenes exclusivos para buses, ciclovías, semaforización coordinada, pasos peatonales elevados y mejoras de paisajismo.
El conjunto de proyectos será desarrollado bajo un modelo de concesión a 30 años y considera una inversión estimada de US$ 250 millones. En el caso de la Ruta 160, la recepción de ofertas técnicas ya finalizó y la apertura económica está prevista para el primer semestre de 2026. En paralelo, los procesos de la Ruta 150 y la Autopista Concepción–Talcahuano continúan en evaluación, con adjudicación estimada para ese mismo año.
Una vez asignadas las concesiones, las empresas tendrán 10 meses para elaborar la ingeniería de detalle, con inicio de obras proyectado para 2027 y un plazo total de ejecución de cuatro años. Desde Transportes destacaron que el diseño de los corredores se ha realizado junto a Sectra, considerando la planificación urbana, los impactos viales, la integración de servicios y los modos activos, como caminata y bicicleta.