viernes, octubre 24, 2025

Tomé impulsa acuerdo para fortalecer la gobernanza del Humedal Urbano Frutillares


Iniciativa busca empoderar a la comunidad y reforzar la protección ambiental del ecosistema, a través del trabajo conjunto entre autoridades, organizaciones sociales y establecimientos educacionales.

En una muestra de colaboración y compromiso con el medio ambiente, representantes del municipio, organizaciones sociales y centros educativos de Tomé firmaron un acuerdo para fortalecer la Gobernanza del Humedal Urbano Frutillares. La iniciativa tiene como objetivo promover una gestión comunitaria que asegure la conservación de este valioso ecosistema de casi 4 hectáreas ubicado dentro del límite urbano.

La actividad fue encabezada por la alcaldesa subrogante, Marissa Machiavelo, quien destacó el compromiso permanente de la Municipalidad de Tomé por medio de la Dirección de Aseo, Ornato y Medio Ambiente (DAOMA). Además, recalcó que la preocupación ambiental municipal no solo está centrada en Frutillares, sino también en otros cuerpos de agua urbanos como Vegas de Coliumo, Río Pingueral y Tomé Alto.

El encuentro contó también con la presencia del seremi de Medio Ambiente del Biobío, Pablo Pinto; el concejal Dimitri Riquelme; y el director de DAOMA, Nicanor Hinojosa. Todos ellos valoraron el trabajo articulado entre distintos actores como un paso fundamental para avanzar hacia una gestión ambiental más sostenible y participativa en la comuna.

La firma de este compromiso constituye un avance relevante en la protección de los humedales urbanos, ecosistemas que juegan un rol esencial en la biodiversidad, el control de inundaciones y la mitigación del cambio climático, especialmente en zonas habitadas.

La Ley Nº 21.202, que regula específicamente los humedales urbanos, reconoce su importancia para las ciudades como espacios naturales, áreas recreativas y barreras naturales frente a eventos climáticos extremos. Esta normativa también responde a las amenazas que enfrentan estos ecosistemas, derivadas del crecimiento urbano y la intervención humana.

Finalmente, la ley entrega nuevas herramientas a los municipios para resguardar estos espacios, entre ellas la creación de ordenanzas para su protección y la postergación de permisos de construcción o subdivisión en zonas declaradas como humedal urbano. Además, exige que sean incorporados en los instrumentos de planificación territorial como áreas de protección de valor natural, reforzando su conservación a largo plazo.