martes, agosto 07, 2018

Tomecino inventa bolsas que se disuelven en el agua

Un tomecino, Roberto Astete Boettcher, ingeniero comercial de la U. San Sebastián, está detrás de una empresa que ha desarrollado un revolucionario invento, que promete aliviar el grave problema ambiental que supone el plástico en el medio ambiente: una bolsa que tiene la apariencia de plástico, pero que se disuelve en agua.

La empresa se llama Solubag y ya lleva varios años de desarrollo, junto a un socio penquista. Hasta ahora el producto no se ha masificado, pero pretende fabricarlo en China, desde donde se exportaría a todo el mundo, lo que debería tener muy buena aceptación, por sus características biodegradables.

En sus presentaciones, Astete muestra como basta con sumergir una bolsa en agua templada, para que rápidamente comience a disolverse, hasta que queda convertida en una sustancia lechosa, que es inocua para los seres vivos y el medio ambiente.

Roberto es hijo de Sonia Boettcher y Godofredo Astete, quien fue empleado de la fábrica textil Bellavista Oveja. Fue en la fábrica donde nació su inquietud por desarrollar un detergente biodegradable,que más tarde evolucionaría hasta la solución que han desarrollado.

Las bolsas que han desarrollado se basan en una fórmula química basada en alcohol de polivinilo (PVA), un polímero soluble que no es contaminante, que se fabrica en base a componentes de la caliza.

Por este invento fueron premiados como emprendimiento catalizador de cambio en SingularityU Chile Summit 2018, lo que les hizo merecedores de una plataforma de visibilidad para Solubag y una beca para Singularity University en Silicon Valley, a donde viajarán en septiembre de este año.