El camionero contó que llegó a Tomé la madrugada del martes y contó que "fue una experiencia inolvidable ir ayudar a esa gente. Yo en varias ocasiones les pedía agua y a pesar que ellos tenían muy poca, igual me daban, ahí yo les decía que les venía a entregar agua".
Bello añadió que en los poblados los vecinos les decían que ya habían recibido ayuda, que fuera al siguiente, ya que no había llegado la suficiente ayuda a los lugares más apartados.
En su relato, este transportista explicó que una parte importante de la motivación fue "devolver la mano" por lo que hicieron sus compatriotas por Tomé después del terremoto de 2010, en que también recibieron mucha ayuda de parte de personas anónimas.