lunes, noviembre 03, 2014

Víctor Ariel Gallardo: un hijo de la educación tomecina


Por Marianella Rolleri

Una gran trayectoria, basada en el estudio y la investigación del mundo marino, es la que ha desarrollado durante varias décadas el académico de la Universidad de Concepción Víctor Ariel Gallardo. Quién creó y se ha hecho cargo de la estación de Biología Marina en la costa de Dichato. 

Inició sus estudios básicos en Tomé y luego de pasar por la Escuela Normal de Chillán, este destacado investigador, ha formado a varios doctores en Ciencias, a su vez en esta casa de estudios. Su pasión por el mar lo ha llevado a estudiar e investigar en lugares tan disímiles como Dinamarca, Vietnam y los Estados Unidos.

En 1963 ―becado por Unesco― partió a Los Angeles (California) a cursar su doctorado, que demoró menos que lo habitual, debido a que todo el trabajo de campo ya lo tenía hecho, gracias a lo que había recolectado en Vietnam.

A su segundo regreso a Concepción comenzó a trabajar junto a otros docentes en la creación del Departamento de Biología Marina y Oceanografía, el que se concretó en octubre de 1971, asumiendo él como director. Luego, en 1973 tuvo la oportunidad de ingresar a la Universidad de Rhode Island donde cursó un máster y, luego, un posdoctorado.

El año 2011 recibió el premio Cosmos , por su papel en el Census of Marine Life, un proyecto de más de 600 millones de dólares que catalogó casi todas las especies de los océanos.

Actualmente continúa formando a los nuevos biólogos marinos y se encuentra encabezando un proyecto de roqueríos artificiales, con los que, señala, podría ser posible aumentar diez veces la producción de moluscos y mariscos en nuestro país. Iniciativa que se desarrolla con mucho éxito en Japón y en otros países de Asia. Y tiene entre sus planes partir el próximo año a Taiwan para continuar investigando el océano.