jueves, noviembre 28, 2013

Entrevista a Luis Molina: "El Museo Histórico de Tomé abre los ojos a la gesta de Tomé"

Luis Molina Vega.
Ingeniero y empresario, también director del desaparecido diario electrónico "El Saber" y ex candidato a alcalde, Luis Molina Vega es uno de los tomecinos destacados en el ámbito de la vida pública local.

Mediante un cuestionario, nos respondió algunas preguntas sobre sus actuales inquietudes.


-¿Cuáles son tus principales recuerdos de tu infancia y juventud en Tome, que lugares, actividades o personas te gustaría mencionar, considerando que el pasado lo reconstruimos todos en la memoria colectiva?


-Mi infancia me lleva a Carlos Mahns, las pichangas, la escuela, el bosque, tirarse en trineos y cartones, todo aquello. Una parte también es en Frutillares, donde nunca olvidaré que en un entretecho de la casa de mi abuela encontré libros escondidos, rotos, retazos de pape sin títulos, que fueron mi acercamiento a la literatura y luego al cine; y también el tren, cuando nos subíamos aprovechando su lentitud en ese tramo arriesgando todo o cruzar el túnel sabiendo que cualquier máquina podía pasar...

-¿ Qué te ha inspirado a regresar a Tomé y a crear iniciativas como: El Saber y Museo Histórico de Tomé ( virtual)?

-El problema de fondo es que Tomé perdió la capacidad de crear su propio destino, y esa capacidad la tenía, pero hoy es solo un recuerdo. Mientras no creemos futuro, que en realidad es un nuevo pasado, seguiremos mirando con nostalgia lo que hicimos. Para eso se requiere cachetear este pueblo, despertarlo, remecerlo… Eso he tratado de hacer siempre con mis proyectos; lo que hago muchas veces es difícil de entender, es incómodo también.

Si El Saber fue abrirle los ojos a muchos mostrando lo que ocurría desde un punto de vista político en nuestra ciudad -lo que fue importante porque es la política la que no ha sabido llevar a Tomé por el camino social, cultural y económico que siempre gozó y, peor aún, ha destruido gran parte de nuestro patrimonio-, el Museo Histórico de Tomé abre los ojos a la gesta de Tomé, a lo que hicieron aquellos que no pensaban con el pesimismo de hoy, con la incredulidad de hoy y permite regocijarnos de aquello, tanto a los de más edad como a la juventud, que ve que las historias que les contaban los más viejos eran reales; aunque a mí me gustaría también que el museo convenciera de que podemos hacerlo nuevamente. Comprender la historia de Tomé debiera llevarnos a empezar a hacer bien las cosas por nosotros mismos. Esto que es tarea de todos, requiere que los hijos de los tomecinos, especialmente aquellos con educación, pongan al servicio del pueblo sus conocimientos. Si para algo sirve la educación es para esto, para crear una sociedad mejor.

-¿Qué aspectos son fundamentales, a tu juicio, para definir la identidad de Tomé?

-Primero que nada los tomecinos somos orgullosos de Tomé. Esto no es trivial, muchas personas te dicen, "oye, por qué te enganchas tanto con tu ciudad, yo no siento lo mismo por la mía"; este orgullo viene de una historia extraordinaria que no voy a resumir aquí, para eso está el museo. Sin embargo, creo, que lo que mejor refleja la identidad tomecina es el concepto de "Galaxia de Tomé", que tan bien nombró Alfonso Alcalde. Y "la galaxia" no es por su tamaño físico, no estamos cerca de eso, sino por su diversidad inmensa. Los tomecinos han hecho de todo y aquí ocurre lo que no ocurre en cualquier lugar. En el fondo los tomecinos somos poetas, y no lo digo en el sentido literario, sino en general… hacemos poesía en nuestro actuar. Qué atenta contra esta identidad: el pesimismo, el olvido, la política actual, la apatía, la desesperanza, el individualismo, la falta de conocimientos. Y vaya que atenta.

-¿En qué consiste tu iniciativa de crear un museo textil, cuál es tu propuesta particular al respecto y qué ventajas tiene?

-El Museo Histórico de Tomé es la ventana a esa identidad tomecina… es un museo identitario, antes que nada. La historia se muestra como nuestro quehacer cultural, no como una colección de hitos históricos, cosa que también está, pero que no es lo principal. Tiene ventajas respecto a un museo físico. Por ejemplo, en un museo de carne y hueso sus visitantes podrían conversar en sus pasillos y galerías respecto de una colección en particular, pero esas conversaciones quedan entre ellos; en el caso de Facebook todos asistimos a la conversación, al aporte y al debate de los museanos, como los he llamado, y queda el registro para que todos aprendamos y cooperemos construyendo nuestra historia. La única desventaja respecto de un museo físico es que este puede ser un proyecto turístico, una actividad económica, importante, para la ciudad. Yo estoy tratando de hacer este proyecto físico, pero aprovecho de decir que he tenido poca o nula cooperación de la actual alcaldesa, lo que me ha sorprendido, pero ese es otro cuento.

-¿Qué aspectos cambiarías o fortalecerías para mejorar la calidad de vida de los tomecinos y fomentar su desarrollo cultural, artístico?

-Primero creo que es necesario que los tomecinos creamos más en nuestra juventud: confíen en sus hijos que tienen acceso a educación no como las generaciones más antiguas donde estudiar era una excepción; los jóvenes están llamados a hacer el cambio y hay que apoyarlos. A la juventud le diría que no olviden a su ciudad, porque entiendo que tengan que marchar, yo lo hice, pero hay que tener en mente el origen y eso implica retornar, con todo aquello que aprendan, con sus conocimientos y su experiencia, porque es necesario volcarlos a la ciudad. Y cuando ellos vuelvan recibámoslos con los brazos abiertos; aquí existe una actitud mezquina de quienes se quedan y están en el poder; hay que comprender que los que nos fuimos, los que se van y los que se irán, no lo hacemos por gusto, así está la cosa, justamente ese es un fracaso de la política, no poder dar acogida a nuestros hijos... ¡Si antes las personas se venían a Tomé, no se iban!

Finalmente, para mejorar nuestro desarrollo, no nos podemos dejar embaucar por el sistema, especialmente el político. La política en democracia en los últimos 20 años no ha fracasado, nos ha engañado, que es distinto. Entender eso nos tiene que llevar a la solución. Confiemos en nosotros mismos, busquemos nuestras propias formas, para que no nos sigan usando como ovejas, porque las ovejas para nosotros tienen otro significado.