"No quiero mi casa amurallada por todos lados ni mis
ventanas selladas. Yo quiero que las culturas de todo el mundo soplen sobre mi
casa tan libremente como sea posible. Pero me niego a ser barrido por ninguna
de ellas. Me niego a vivir en casa ajena como un intruso, un mendigo o un
esclavo".
Un acontecimiento de la magnitud del Teatro Regional
estremece conciencias y corazones. Provoca recuerdos y reflexiones; polémicas y
contradicciones.
En los mas viejos y memoriones, el recuerdo del Teatro
Concepción, en cuya buhardilla habitó Violeta Parra en los tiempos del rector
Stichkin. Mas cerca. A mediocamino el
monumental Pencopolitano de Borja Huidobro.
Realidades y proyectos insuflados por creadores: el Tuc y las orquestas y las Escuelas Héctor
Duvanchelle de los 80s, y el Rostro, persistente y los nuevos del Oráculo, y
los grupos de teatro de los barrios y escuelas de la región; y las ocasionales
óperas visitantes, y los rocanrroleros
del tiempo de Cecilia y los rockeros post y popmodernos. Y folklores y
escultores y pinturas y literaturas. La belleza esa. La Tura de las turas en el
decir de Cortazar.
Somos la herencia de
los muchos anónimos y anónimas, de
famosos y famosas, de los que han estado dentro y de los marginales:
marginados y automarginados; y los huidizos de corazón. Los del escenario, los
de la platea y los de la calle. Usea, de
chincol a jote. ¡Uy!
¿De qué se trata todo ésto, en breve, ordenadito e
incompleto anuncio?
1. Redistribución del Ingreso artístico y
cultural
Las posibilidades de acceso a las arte y las culturas tienen
dos extremos deficitarios, por un lado,
el acceso mezquino de ciertas expresiones artísticas consideradas, paradigmáticamente, como de elite.
Estas expresiones clásicas debieran estar a disposición de la comunidad
regional, sin restricciones sociales,
económicas, ni prejuicios. La ópera, el
ballet, las bellas artes, pueden
producir el mismo impacto espiritual tanto en la elite social e intelectual
como en los sectores mas modestos. Como lo ha demostrado el fenómeno de Las
Orquestas Infantiles que comenzó Américo Giusti en Curanilahue. (A despecho y
descreimiento de varios)
Al otro lado, las artes populares son arrinconadas, en
algunos casos por complejos de algunos de sus propios cultores, cuando no, por
narices respingadas y siutiquerías. Se va replicando así una segregación social recíproca, una incomunicación entre lo
clásico y lo popular.
Superable contradicción por cierto. Muchas expresiones hoy
clásicas, fueron irruptoras, insurrectas y populares en su origen. Como la obra
de Violeta Parra en orquestas del mundo
o Jara Víctor en sinfonía. Los “chascones Beatles, renegados en su origen por clasicistas
ortodoxos; y las jovencitas que bailan en ronda y “buscan novio todo este
verano” y beben y beben y beben en la
Carmina Burana ante circunspecto público que aplaude la Opus de Carl
Orff en una night recién pasada.
Sólo perduran las obras
que contienen humanidades y calidades estéticas. Y se hace clásico lo
popular.
2. Descentralización cultural, fortalecimiento de la
producción artística y formación de audiencias
El centralismo manifiesto en todas las actividades del país, con sus asfixiantes
consecuencias, también atenta en el arte
y la cultura. El Teatro Regional del Biobío permitirá traer y atraer
expresiones artísticas de categoría nacional y mundial que enriquezcan, tanto a
las audiencias como la creación
regional. Pero ojo, recordemos a Gandhi de nuevo: que la apertura de
estas posibilidades de acceso y diálogo con expresiones extra regionales no
pretenden, ni remotamente, “empatar” los
derechos de la región metropolitana, sino, fortalecer el dialogo con la
humanidad, de acuerdo con nuestras
propias necesidades de desarrollo, sin
restricciones ni limitaciones materiales. En tal sentido, cuidaremos de no caer
en el subsidio a programaciones
nacionales e internacionales diseñadas con parámetros santiaguinos.
Peligro inminente si su administración se hace ministerial desconcentrada (so
pretexto de escases de recursos regionales) y no descentralizada.
3. Red Regional de arte y cultura, nuevo paradigma
Concebido el Teatro como un centro de las artes y las
culturas, adquiere y potencia su
carácter regional no en la ubicación
geográfica penquista, sino en la
articulación sistémica y sistemática
como una red de centros
culturales , provinciales y comunales;
de barrios y escuelas. El carácter Regional del Teatro no está dado por su
nombre, sino por una dinámica dialogante multilateral con comunas y provincias.
Es, de primera importancia la convicción
y voluntad de los y las artistas de los
distintos lugares para sentirse parte
esencial del Teatro Regional del Biobío como uno de los vértices de ésta Red.
Permítaseme un ejemplo conocido: Los Centros de Salud Familiar, los Hospitales
comunales y provinciales se articulan en grados de complejidad creciente, con
los Hospitales Regionales de alta
especialización.
4. Reconocer el carácter
multicultural de la región
La curatoría no agota su trabajo en una administración
eficiente de distribución de tiempos y espacios en forma justa y democrática,
estimulando la diversidad cultural de la gente de la Región, sino que,
fundamentalmente, convoque a la construcción de un discurso estético que de
cuenta de la multiculturalidad regional (incluyendo los nuevos lenguajes) y no se conforme el esfuerzo con el resultado
de un mamarracho frankisteniano, que sume todo. Sin sentido de la belleza y la
armonía, que deprima mas que optimice y
prestigie las riquezas espirituales de la región.
El Teatro Regional que nos convoca trascenderá al siglo que
vivimos, porque no es sólo un edificio, es arquitectura y música, es todas las
artes.
Nuestro Teatro es el albergue desde donde se desarrollan,
emanan y dialogan las culturas y las artes de la región, del país y el mundo. Unos y otras en movimiento
permanente, en busca de los misterios.
Alentamos la apertura a
nuevos paradigmas, en los que se
conjuguen, la tradición con los códigos binarios que, fenomenológicamente, al
decir de Hegel, comienzan a modelar los espíritus de las generaciones nuevas y
venideras.
Iniciamos una nueva etapa en el proceso de construcción del
inimaginable curso que tomarán las artes
regionales,
Aquí son componentes claves e imprescindibles los creadores
y las audiencias de este Teatro que
surge como hogar de los espíritus inquietos.
Somos integrantes de una gran orquesta con variadas expresiones, incluidas las
disonancias y los silencios, que contribuimos a una sinfonía con olores a
mar y cerros, con los colores de las generaciones diversas, la fertilidad de la
danza de polleras y pantalones, con ecos de kultrunes y resonancias de los
violines de Curanilahue. Aquí, como en la dialéctica, no hay terceros excluidos.
Que no les suene a
metafísica ni poesía de lugares comunes, lo que decimos.
Es una propuesta, una invitación para reiniciar el relato,
al que llegamos por historia y desde el cual partimos a hacer futuros.
¡Título de la canción! :ESTADO DEL TEATRO REGIONAL,
Welcome artistas y audiencias
Acá están los cimientos y las elevaciones; las puertas y las
ventanas. Falta colgar en los muros, los sueños, los sueños, los sueños, para
convertir esta obra en un tótem para llegar al cielo, con la humildad
suficiente de no quemar las alas en el intento, y si los manchegos 2.0 desafían
la gravedad y tocan los astros, en paracaídas huidobriano volvemos a las
tierras terremoteadas del 39, el 60 y el 2010 y
re-in-auguramos un nuevo vuelo al infinito.
No es éste un proyecto de generación espontanea ni arbitrario
de unos pocos, sino uno marcado por necesidad histórica de reparación,
recuperación y desarrollo de nuevos referentes.
Aquí está la gente que sabe, la gente que puede, la gente
que quiere. También, dialécticamente, están los que no.
Con estos deberes de trascendencia histórica, concluyo en
que $ más $ menos, es lo de menos.
*Premio Municipal de Arte de Tomé 2011. http://tomecinos.blogspot.com/