sábado, marzo 19, 2011




Fontana de Tritones de Tomé inicia su proceso de restauración


Fuente: Municipalidad de Tomé.

Uno de los proyectos más sentidos por la comunidad tomecina es la restauración de la “Fontana de Tritones” de la Plaza de Armas de la comuna. Un anhelo que se convirtió en realidad esta mañana con el retiro de sus piezas, las cuales con el pasado terremoto cayeron de su soporte desarmándose casi en su totalidad.

El proyecto denominado “Reposición y Restauración Fontana de Tritones de la Plaza de Armas de Tomé” tiene un costo total de $19.527.900, de los cuales un 50 por ciento es aportado por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes y el 50 por ciento restante por el Municipio, lo que en su conjunto permitirá realizar su restauración y reparación.

Las obras estarán a cargo de Taller Montes Becker, quienes cuentan una extensa experiencia en este tipo de estructuras. “Nuestro trabajo consiste en la recuperación completa de la obra lo cual contempla la recuperación estructural, funcional y estética. Primero se van a subsanar los daños por deterioro, por malas intervenciones anteriores, estructurales y ornamentales. Se van a restituir todas las piezas que se perdieron, se van a mejorar las fracturas y se va a reponer el sistema de protección superficial para que una obra el hierro resista”, destacó Luis Montes Rojas, escultor que junto a su padre dirige este taller.

Uno de los grandes investigadores sobre la historia de la Fontana de Tritones es el profesor tomecino Rolando Saavedra, quien se mostró satisfecho por este gran paso para su recuperación, señalando que “esta es una manifestación que no están desligadas las autoridades del sentir ciudadano y eso hay que valorarlo.

La Fontana es un bien espiritual que nos identifica como comunidad, sabemos que es algo nuestro, por eso estamos contentos con este renacer”.
Las obras de restauración tienen un plazo aproximado de 10 meses, al término de los cuales, los habitantes de Tomé podrán volver a disfrutar de la “Fontana de Tritones”, fuente de origen francés e ícono de la ciudad, que ha adornando su plaza por más de 120 años, convirtiéndose en una pieza emblemática del patrimonio urbano de la ciudad.