lunes, noviembre 22, 2010

EDITORIAL

Reconstrucción en Dichato: ¿Y Tomé?

En los últimos meses los tomecinos hemos visto una serie de importantes anuncios para la reconstrucción de Dichato, una pequeña localidad de nuestra comuna que resultó casi completamente devastada por el terremoto y tsunami del pasado 27 de febrero.

Se trata de obras absolutamente necesarias para esos 3 mil habitantes, muchos de los cuales perdieron absolutamente todo. El Gobierno, a través de la intendenta Jacqueline van Rysselberghe, ha iniciado las demoliciones de las viviendas sociales, las que comenzarán a ser reconstruidas a contar de diciembre, sumado a un nuevo paseo costero, un bulevar en la arteria principal que es Daniel Vera, y otras obras, que harán más hermoso y seguro ese balneario. Todas noticias que hemos compartido en Tomé al Día.

Sin embargo, los tomecinos no estamos contentos. Porque a esta ciudad también la golpeó fuerte el terremoto y el tsunami llegó hasta más allá de la plaza de armas. Tenemos un edificio municipal a punto de derrumbarse solo y decenas de sitios eriazos en el centro, que afean el entorno. Como nunca antes, nuestras calles y veredas lucen las cicatrices de una catástrofe.

A ello se suman los problemas de desempleo y cesantía que dejó la crisis pesquera y luego la crisis textil. Es cierto que Bellavista Oveja ya fue adquirida por un nuevo empresario, pero los 52 empleos que anunció (y que todavía no sabemos si se han concretado) no tienen ninguna comparación con los 750 puestos que se perdieron en el año 2008, ni menos con los más de 1.500 que tuvo a principios de la década.

Para qué hablar del sector pesquero: la desaparición de la merluza dejó a cientos de pescadores sin trabajo. Luego vino el virus ISA del salmón, que redujo dramáticamente los empleos de la industria Camanchaca, que procesaba aquí este alimento destinado a la exportación.

Entonces, nos parece excelente la reconstrucción en Dichato, la aplaudimos de pie. Pero se está dando un beneficio para 3 mil tomecinos, mientras que para otros 50 mil quedan al debe.

Nuestra ciudad requiere despertar de este marasmo y modorra en que se ha dormido durante las últimas dos décadas.

Los paseos Bellavista, El Morro y El Estero fueron un avance, pero no es suficiente. Se requiere que se mejore y amplíe la avenida Almirante Latorre, que es nuestro principal acceso; que se construya una avenida Costanera que una a Bellavista y al centro Tomé; que se reconstruya un edificio consistorial a la altura de lo que requiere la ciudad; que la plaza de armas Arturo Prat sea remodelada, que Nogueira sea transformada en un bulevar, que la Fontana de los Tritones sea recuperada y restaurada.

También necesitamos una nueva Biblioteca. Que sea un edificio nuevo, céntrico, amplio, luminoso. En que las nuevas generaciones de niños de Tomé tengan un espacio para estudiar, para conocer los libros y para la cultura.

En gran parte la responsabilidad de la actual postración de Tomé es de sus propios habitantes. Aquellos que se han conformado con planes de empleo de emergencia, soluciones de parche, discursos y fiestas veraniegas.

Pero otra parte la tienen también sus autoridades y el Gobierno. Que Tomé también sea incorporada a los Planes Maestros de Reconstrucción. Que el terremoto también nos golpeó, y fuerte. Que no nos olviden.