Columna de opinión, por Luis Oviedo Figueroa (*):
Es posible que se pierdan inversiones para una comuna si sus habitantes se oponen a determinada obra. La experiencia nos señala que puede suceder y es el riesgo que enfrenta la conexión caminera Dichato-Menque-Rafael, que forma parte del denominado Anillo Orbital del Gran Concepción. Esta es una carretera que nace en el puerto de Coronel, cruza el río Biobío a través de un nuevo puente, pasa por Hualqui y conecta en Copiulemu con la Autopista Concepción-Cabrero. Luego, permite enlazar a la zona sur de la provincia de Concepción con su extensa y hermosa área de su litoral norte. Si, porque luego alcanza a Florida, Rafael, Menque y empalma con el camino costero Dichato-Cobquecura, a la salida norte de ese balneario de la comuna de Tomé. Si se llega a materializar, como lo esperamos, será un tremendo hito para la ingeniería que proyecta al Gran Concepción y a la Región del Biobío como un polo de enorme progreso para la zona centro sur del territorio.
El Ministerio de Obras Públicas ha definido que esta progresista iniciativa del anillo orbital del Gran Concepción haya sido un proyecto concesionado desde Coronel hasta Copiulemu, o sea a cargo de la empresa privada y, por ende, llevará un sistema de cobro de peaje. Sin embargo, desde Copiulemu hasta Dichato ha sido abordada con recursos fiscales asignados a la Dirección Regional de Vialidad. Será una ruta simple, o sea una moderna calzada, pero sin peaje. Actualmente existen tramos de vía, pero que serán mejorados en sus puntos más necesarios.
Debemos señalar que precisamente el Rafael-Menque-Dichato está considerado como el primero en construirse. Actualmente se realiza el estudio de prefactibilidad de esta obra Copiulemu-Dichato, por un monto de casi 800 millones de pesos, el cual deberá estar concluido hacia fines del próximo año. Y es este trabajo el que ha encontrado oposición por parte de habitantes de Rafael, donde deberá sortear, en primer lugar, una histórica área patrimonial que constituye la denominada Casona de OHiggins, y que obligará a trasladar el trazado hacia el poniente. Pero deberá salvar, asimismo, proyectos habitacionales planteados por vecinos durante la exposición del estudio efectuada recientemente en Rafael.
Es oportuno hacer ver que el nuevo puente que se construirá en el área de la desembocadura del río Itata permitirá, por fin, dotar a las regiones del Biobío y de Ñuble de una ruta directa desde Concepción a Cobquecura por la costa. Uno de los grandes sueños del desarrollo armónico de nuestro país. Son 34 los kilómetros existentes entre Cobquecura y el nuevo Puente Itata y 25 los que hay entre el nuevo viaducto y Dichato. Un proyecto de pavimentación que implicará sobre 180 mil millones de pesos, de los cuales casi 65 mil millones corresponden a la construcción del nuevo puente. Se espera concluir las obras hacia el año 2029 para el beneficio directo de las localidades costeras de las regiones de Ñuble y Biobío norte.
Ahora se puede señalar en plenitud que estas regiones, más La Araucanía, dispondrán en varios tramos de los 3 ejes viales que muchos soñaron hace décadas: La Ruta Precordillerana, la Ruta 5 y la Ruta Costera. Menos tiempos de viaje, ahorros de combustible, menos deterioro para los vehículos y, lo que es más importante, más desarrollo para vastas áreas ribereñas del mar con enormes utilidades para sus habitantes, sobre todo en el ámbito turístico.
Se ha esperado décadas para que se concretara el Gran Anillo Orbital del Gran Concepción. Los beneficios serán extraordinarios para los lugareños de los sectores rurales por donde atravesará este magnífico proyecto de infraestructura vial y, especialmente, creemos, para la comuna de Tomé. Verá solucionado su gran problema de accesos, a través de las nuevas conexiones que se harán hacia este anillo, a través de Menque y la Ruta de Los Conquistadores. Se estima que la construcción del tramo Rafael-Menque-Dichato implicará unos 40 mil millones de pesos.
Pero todo lo anterior podría verse truncado si es que avanza la oposición que han expresado habitantes de Rafael y sus alrededores. Escuchamos a quienes se oponen al proyecto que les afectará el paso de camiones, los que han circulado por décadas por esta localidad, más aún cuando se mejoró la Ruta de Los Conquistadores hacia Coelemu y se construyó el ramal Agua Amarilla de la Autopista del Itata. Pero es precisamente el tránsito de camiones el que les brinda la rentabilidad a estas obras de infraestructura vial. Ciertamente que habrá mucho movimiento de vehículos menores y sin duda que su circulación estará más ligado al aspecto turístico, que es una veta de desarrollo importante, porque estimamos que la nueva conexión recogerá el tránsito del área costera.
Personalmente abrigo las esperanzas que este tema tendrá solución, teniendo presente que se trata de un proyecto a largo plazo. Sí, porque concluido los estudios, deberán asignarse los recursos para su construcción y naturalmente ojalá no nos enfrentemos a una pugna que se podría extender por años. Evidentemente que se requerirá de mucho diálogo, respetándose los diversos puntos de vista, para alcanzar el adecuado consenso. Un ejemplo. El by pass o desvío de la Ruta 5 Sur por fuera de Temuco, y que muchos conocen, tomó 7 años de negociaciones, hasta que las comunidades mapuches de la zona llegaron a un armonioso acuerdo con el MOP y ahora se observa que ha sido una obra de extraordinaria perspectiva. Es de esperar que no se dilapiden los recursos que, llegado el momento, se destinen a este camino Dichato-Menque-Rafael, porque constituiría, en nuestra opinión, un retroceso para el progreso de nuestra querida comuna de Tomé. Lógicamente, y ante tantas necesidades, las autoridades los podrían destinar o priorizar para obras de otros lugares.
(*) Destacado periodista tomecino.