martes, octubre 31, 2023

Conclusiones sobre proyecto "Cuidando los bosques y salud de las personas"


Durante las últimas semanas hemos desarrollado una serie de entrevistas a personas clave para el tema de los "baños de bosque" en el marco del proyecto "Cuidando los bosques y la salud de las personas", que incluyó a profesionales de la salud, académicos expertos en el tema forestal, representantes del sector empresarial forestal maderero y de la organizaciones no gubernamentales que trabajan por el medio ambiente.

Fue una agradable sorpresa constatar que los baños curativos de bosque o "Shinrin - Yoku" en su nombre japonés, son practicados en Chile y reconocidos como una terapia útil para promover la salud, la relajación y fortalecer el sistema inmunológico de las personas.


Particularmente interesante fue la conversación con el joven académico de la Universidad de Concepción quien puso en evidencia un hecho incontrovertible: que como especie hemos evolucionado hacia los actuales seres humanos modernos en los últimos dos o tres millones de años en un proceso que se ha desarrollado en un 99,99% del tiempo en un entorno natural. Que nuestros cuerpos y también nuestras mentes están adaptadas para vivir en contacto directo con la naturaleza y no encerradas en ciudades de hormigón y viviendas completamente herméticas y aisladas del entorno.


Hace recién dos siglos, en 1800 solo el 3% de la población mundial vivía en ciudades, sin embargo con la revolución industrial se produjo un acelerado proceso de migración del campo a la ciudad, que significó que en un siglo después, en 1900 el 14% de la población mundial viviera en ciudades y se llegó al 54% en el año 2016.

En Chile la situación es mucho más intensa: según cifras del Censo 2017 el 87,8% de la población total habita en áreas urbanas, en tanto que apenas el 12,2% vive en las zonas rurales.

El antropólogo físico Masahiko Sato señala en una de sus obras cómo las ciudades aparecieron muy recientemente en la ciudad y cómo todas nuestras funciones fisiológicas evolucionaron en un ambiente natural y responden activamente a este.

Es así como los baños de bosque son una forma de devolver a hombres y mujeres a un entorno más apropiado para su salud. El shirin-yoku no es un tratamiento de salud, no puede sanar a las personas que ya están enfermas, pero sí tiene una utilidad como tratamiento preventivo y reducir las posibilidades de que las personas se enfermen.

Nuestro país dispone de una importante superficie de bosques, tanto naturales como plantados, que permiten que la mayoría de la población tenga acceso a ellos y pueda practicar esta terapia, que es simple: se basa en caminar por el bosque a paso lento durante dos horas o más, empaparse en el ambiente que le rodea y estar en el presente.

La frase japonesa "shikan shouyou" significa simplemente "caminar sin rumbo" lo que las personas en las ciudades raramente tienen la oportunidad de hacer, pero que esencial para experimentar los baños de bosque. Se trata de caminar en silencio y observar con los cinco sentidos toda la complejidad de la naturaleza: los colores de los árboles y las plantas, el sonido del viento, de los pájaros y los crujidos de las hojas bajo nuestros pies, los olores de las hojas y la tierra, el tacto de la superficie de los árboles y sus ramas. Y para el quinto sentido, el gusto, se recomienda llevar en la caminata un pequeño pin-nic, un termo con té y algunos alimentos, para sentarse un momento y disfrutar de ellos en contacto con la naturaleza.