“Interpelamos a que el Estado adquiera la Fábrica de Bellavista-Tomé; y a toda la comunidad, a rearmarse y adherir en defensa de un lugar que encarna tanto nuestra historia e identidad como la posibilidad de un proyecto de desarrollo productivo y cultural. Pese a la declaratoria, la fábrica no logra estar protegida de las acciones de los empresarios que han buscado desmantelar la industria textil para instalar un negocio inmobiliario que además significaría demoler el recinto y atentar contra el valor de nuestra memoria”, declaran las 3 organizaciones que trabajan por el patrimonio industrial de Tomé.
El proceso de defensa de la fábrica se intensificó en 2016, cuando la Mesa Ciudadana logró que el Consejo de Monumentos Nacionales declarara patrimonio a la totalidad de la fábrica (unos 13 edificios que ocupan 6,2 hectáreas), frente a la propuesta empresarial de mantener solo la fachada. Pronto el grupo Sabat, arrendatarios por sistema leasing de la propiedad, interpuso un requerimiento de inconstitucionalidad del artículo 12 de la Ley de Monumentos Nacionales frente al TC, institución que finalmente decidió a favor de la ciudadanía.
“Luego que se publicara el decreto de la declaratoria, en noviembre de 2017, los propios dueños de la fábrica, el banco que encabeza Andrónico Luksic, insisten en torcer la ley, desconociendo tanto la decisión del Estado como la voluntad de las comunidades implicadas”, denuncian.
El 12 de enero de 2018, el banco interpone en el TC un requerimiento de Inaplicabilidad por Inconstitucionalidad de los artículos 11 y 12 de la Ley 17.288 de Monumentos Nacionales, lo que afecta disposiciones claves del cuidado patrimonial, en relación a la protección y mantenimiento de una propiedad cuando ésta es Monumento Nacional, por parte de sus dueños; y al control del CMN sobre cualquier decisión que afecte su arquitectura e infraestructura.
Por otro lado, la posibilidad de compra desde del Estado está garantizada en el artículo 15 de la misma ley, que –en caso de venta o remate– plantea la preferencia del Estado en la adquisición de un Monumento Histórico de propiedad particular.
Las 3 organizaciones consideran la declaratoria como principal herramienta de protección del inmueble, proponiendo un plan de gestión mixto y participativo para luego de la compra, que considere diversos proyectos culturales, productivos, educacionales y turísticos, usos y actividades pensadas como fuentes de trabajo. Ese plan de gestión implicaría la participación de diversos sectores: ciudadanos, comunitarios, territoriales, institucionales y privados. En este proceso, las organizaciones comenzaron una labor con la Municipalidad de Tomé, firmándose el sábado 26 de mayo un protocolo para una mesa de trabajo conjunta que suma a la Unión Comunal de Juntas de Vecinos y a la Corporación de Educación y Cultura Mistral (Cecum).
La Mesa Ciudadana por el Patrimonio de Tomé se levantó en 2016, desde diversas organizaciones, agrupaciones e instancias locales, cohesionadas en defensa de la Fábrica de Bellavista-Tomé. El Consejo Comunal por el Patrimonio de Tomé es anterior, formado en 2009 en defensa del patrimonio local. Mientras que la Corporación la Fábrica se conformó en enero de este año, para velar por el uso sustentable y la gestión participativa del patrimonio industrial y cultural de Tomé.