Hablaron de la necesidad de mejorar el acceso a la Caseta Grande Cocholgüe y el camino a Los Quillayes, además de asfaltar el camino entre Dichato y Menque y entre Perales y Cobquecura.
Sin embargo, también hablaron del proyecto de Ruta Costera, incluyendo el compromiso del Gobierno Regional de realizar los estudios de factibilidad e ingeniería para hacer realidad este proyecto.
Los tomecinos llevan al menos tres décadas esperando por esta iniciativa, que siempre se ha considerado como un aporte no sólo a la conectividad vial de la ciudad, sino también al turismo, al facilitar el acceso a una amplia zona de playas, que hoy están poco aprovechadas.
La discusión se inició a fines de la década de los ´80, cuando ferrocarriles dejó de circular por el ramal a Tomé y Dichato, lo que abrió la posibilidad de aprovechar la faja vía para construir una ruta asfaltada. Los problemas de la Cuesta Caracoles eran ya evidentes en ese entonces. A principios de los '90 la comunidad se organizó y se movilizó en varias ocasiones para exigir esta Ruta Costera, sin embargo, finalmente el Ministerio de Obras Públicas optó por construir una variante a la Cuesta Caracoles y una doble calzada que cruzara Punta de Parra y la Quebrada Honda.
Las grandes dificultades que enfrentó este proyecto, debido a la abrupta topografía del sector y la mala calidad del suelo,con numerosas demoras y paralizaciones de proyectos, hicieron que recién dos décadas después, este año, se termine la mencionada doble calzada con el tramo faltante entre Lirquén y Quebrada Honda.
La esperanza de la comunidad hoy está puesta en que durante el año 2014 se realicen finalmente los estudios de factibilidad e ingeniería para la Ruta Costera, que sin duda también enfrentará numerosos obstáculos y problemas.