sábado, agosto 03, 2013

EDITORIAL. Proyecto "Octopus": ¿bueno o malo para la región?

Mucho se ha hablado en los últimas semanas en las redes sociales y también en los medios de comunicación tradicionales del "Proyecto Octopus", siendo lo más destacable el amplio rechazo ciudadano a esta iniciativa, especialmente por la comunidad de Lirquén, frente a cuyas costas se instalará el terminal marítimo y el gasoducto que conducirá el gas hasta el sector de Cabrero, donde se prevé dará abastecimiento a una nueva central termoeléctrica.

El proyecto es indudablemente controvertido, sin embargo, las razones para oponerse a la iniciativa no aparecen del todo claras. Lo que se argumenta es que el proyecto contaminará la Bahía en Concepción, cuando en esencia no es más que un terminal de transporte de gas natural licuado (GNL) con una planta regasificadora, que no involucra ningún proceso productivo y en que parece absolutamente ilógico que los dueños de ese valioso combustible quieran derramarlo intencionalmente en el mar o en el medio ambiente.

Si hay oposición por razones ambientales al transporte de gas, entonces con mayor razón debería haber oposición al transporte de otros combustibles más contaminantes, como carbón, petróleo diésel o gasolina, lo que claramente es ilógico e inconcebible.

En términos estrictamente ambientales, aparece como un cambio en favor del medio ambiente dejar de usar carbón para producir electricidad, para usar gas natural, cuya combustión es más limpia y arroja menos gases de efecto invernadero al ambiente.

Sin embargo, ninguna de estos razonamientos o racionalidad está presente en la discusión pública local. Por el contrario, pareciera que la comunidad y en especial los actores políticos hubiesen estado esperando por tener la oportunidad de gritar y proclamar su "preocupación" por el medio ambiente y en contra de cualquier "contaminación", en una actitud que parece bastante oportunista considerando la cercanía de elecciones y en que existen otros problemas igual o más graves completamente desatendidos.

Otros temas que son urgentes para la economía regional, como la necesidad de mejorar la competitividad de las empresas ante unos precios de la energía cada vez más altos y que están amenazando miles de puestos de trabajos -como es el caso de las dificultades que enfrenta la Siderúrgica Huachipato- simplemente son ignorados o despreciados por los actores que participan en este debate público.

Que la región pueda contar con un combustible más barato y más amigable con el medio ambiente aparece como una opción "políticamente incorrecta" y ningún concejal, alcalde o parlamentario ha salido a plantear otra cosa distinta de su oposición a este proyecto, porque eso es lo que (al parecer) la comunidad espera.