sábado, junio 02, 2012

Cómo ganar una elección municipal

Por Nello Rolleri.

Iba a escribirle una carta a los dos candidatos que corren con más ventaja para la elección municipal en Tomé de octubre próximo. Pero ¡qué diablos!. Si los mejores economistas del mundo no son capaces de prever lo que ocurrirá el próximo mes ¿por qué yo podría saber lo que ocurrirá en cuatro meses más, en que todo está cambiando tan rápido?.

Muchos hoy dicen "no me interesa la política ni los políticos".Lo que están diciendo, en realidad, es que prefirirían que otros se preocuparan de los problemas que a ellos les afectan directamente. Que lo que sucede afuera de su casa, en su calle, en su plaza, en su escuela y en su hopital, les resulta algo ajeno.

Que están tan abrumados por conseguir el éxito individual, que no se alcanzan a dar cuenta de que la calidad de vida que dispongan no la podrán gozar entre cuatro paredes de una casa o de un "recinto privado", sino que siempre dependerán de la sociedad en la cual están insertos.

Entonces vaya esta carta para nuestros estimados vecinos Ivonne Rivas, Larry Sandoval, Patricio Lara y Luis Molina. ¿Qué tomecino podría decir que no los conoce?.

Ivonne Rivas, profesora básica, una concejala trabajadora y discreta, que durante años se ha dedicado a realizar una labor casi pedagógica enseñando a los allegados a organizarse, a planificar, a postular por su casa propia, pero lo que es más importante, a luchar por sus derechos. Y lo más sorprendente de Ivonne es que ha sido capaz de dejar en el camino al actual alcalde, que luego de 16 años, da un paso al costado, tras ser derrotado en primarias.

Larry Sandoval, ingeniero, que ha dado pruebas (¿qué tomecino podría ignorarlas?) de su interés por la comunidad y su vocación de servicio público, dedicando los años de su juventud al trabajo en Bomberos, donde es superintendente, es decir, el cargo máximo que la institución tiene en Tomé. A Larry lo vimos postergar a su familia la aciaga noche del 27 de febrero de 2010, para coordinar a más de cien hombres que trabajaron incansablemente para superar esa emergencia.

Patricio Lara ha sentido una fuerte vocación por el trabajo social, lo que lo orientó sus estudios en el Seminario Metropolitano y de Filosofía. Desde muy joven lo vimos organizar a la juventud tomecina para ir en ayuda de los sectores más pobres. Mucho más tarde llegó su vocación política y lo vimos trabajar como la mano derecha del alcalde Eduardo Aguilera durante varios años. Su interés por el servicio público lo hizo competir por el cargo municipal el año 2008, llegando en segundo lugar.

Luis Molina es un joven ingeniero que emigró a Iquique, donde fue gerente de la Zona Franca. Allá también fue ejecutivo de una empresa inmobiliaria, en la construcción de edificios de altura. Sin embargo, su interés por los temas públicos lo llevaron a volver a Tomé y a intentar influir no sólo en la discusión política local, sino incluso nacional, donde emprendió una insólita campaña presidencial. Hoy ha puesto todo su entusiasmo y capacidad empresarial en ser candidato independente a la alcaldía.

¿Serán los únicos candidatos?. Probablemente no, pero vaya esta carta para todos aquellos que aspiran a sentarse en el sillón alcaldicio.

¿Cómo ganar la elección?.

Primero, haciendo una campaña electoral honesta y limpia. Los ciudadanos no somos tontos. No votamos por quienes gastan más dinero en pintar más paredes o instalar más carteles. Lo hemos visto varias veces en elecciones pasadas: nuestro pueblo ensuciado a niveles intolerables con rayados de muros, incluso sobre los cerros y con letreros sobre los árboles. Esta no debe ser una carrera por llenar las calles y nuestro entorno con propaganda y basura. Por el contrario, lo mínimo que esperamos es que los candidatos muestren su respeto por la ciudad y sus habitantes.

Segundo, planteando ideas y siendo valientes. No ofendan nuestra inteligencia repitiendo sólo un eslógan. Un alcalde (o alcaldesa) no es un funcionario del gobierno, ni un empleado de un parlamentario. Esperamos que deje atrás su lealtad a su partido político, a su coalición, e incluso a sus amigos, para plantear con fuerza e incluso con severidad, los intereses de su ciudad ante el poder central. Que sea enérgico en defender a su pueblo, que vaya al palacio de gobierno, que golpee todas las puertas, que sea capaz de representar los intereses de su comunidad más allá de cualquier otro compromiso.

Tercero, que sea distinguir el interés común. Que no le preocupe tanto lo que gente piense de él, ni cómo será escrutado por los periodistas, como de lo que realmente necesita la mayoría de su comunidad. Que sea sensible ante los grupos más vulnerables. Que las necesidades urgentes de trabajo de las familias sean para él más importantes que el lucimiento personal o de su municipio. Que tenga plena conciencia que su primera labor será mantener limpia y ordenada la ciudad para permitir que todas las actividades se desarrollen de la mejor forma posible.

La campaña electoral es una oportunidad para que toda la comunidad los escuche. Los queremos oir a todos: en la calle, reunidos con las juntas de vecinos, organizaciones gremiales, sindicatos y clubes deportivos. Queremos saber qué entienden por los "intereses" de la comunidad. Queremos saber si aquello que creen que es lo prioritario y urgente, es aquello en lo cual nosotros también creemos.

Que los candidatos a alcalde comprendan que en la elección municipal, a diferencia de otros comicios políticos, como las de diputado, senador y Presidente de la República, importa menos la pertencia a un partido político y más la identidad con una comunidad, sea una gran ciudad o una urbe pequeña.

Como en ninguna otra elección, aquí hay más personas que están dispuestas a tomar riesgos, a cruzar esa delgada línea entre derecha-izquierda, para darle su confianza a alguien que les parece ser más capaz.

De eso se trata, al final todo esto. La municipalidad es una empresa que administra todos los bienes públicos que tiene una comunidad: nuestras calles, nuestras plazas y también nuestras escuelas y consultorios. Todo aquello que hemos construido como ciudadanos y que esperamos no sólo que se mantenga, sino que se mejore. Pero no sólo queremos ser administrados por un burócrata. Queremos un líder y una inspiración. Una persona que sea capaz de conducir a la ciudad a un nuevo puerto, uno mejor, más próspero y más bello.