miércoles, junio 17, 2009





EDITORIAL. ¿Por qué dicen que Pingueral le costará $100 millones anuales a la Municipalidad de Tomé?

Una curiosa polémica se ha registrado en los últimos días en nuestra comuna, luego que Pingueral decidiera retirar sus barreras, aceptando en forma tácita de que sus calles y áreas verdes son bienes nacionales de uso público, al afirmar que la Municipalidad de Tomé deberá hacerse cargo de la mantención.
El alcalde Eduardo Aguilera ha mostrado su preocupación porque estima que los gastos en que deberá incurrir el municipio por concepto de luminarias públicas, aseo y mantención de las áreas verdes, podría alcanzar los $100 millones.
Lo curioso se debe a que para realizar este cálculo se consideran los gastos que hacía en forma privada Pingueral, que evidentemente no serán iguales que los que necesita hacer la municipalidad, que ya dispone de personal y medios para realizar estas simples labores.
También esta semana -el martes 16 de junio para ser precisos- el gobernador Eric Aedo se constituyó en el recinto, para verificar que no habían impedimentos para el ingreso público a la playa Pingueral, tal como lo había ordenado la ministra de Bienes Nacionales, Romy Schmidt.
El presidente de empresas Pingueral, Gustavo Yánquez, ha expresado públicamente que mantiene su interés de abrir un segundo camino peatonal a través del sector alto del loteo, lo que no tiene mucho sentido, porque para la gente que no tiene vehículo y que quiera ingresar a pie hasta la playa, este camino es más largo que a través de la propia avenida Pingueral.
Lo que resultaría deseable ahora es que se reestablezca un acceso, al menos peatonal a la playa Pingueral, a través de la vía más corta y que históricamente usaron los tomecinos: por la orilla de la caleta Villarrica. Aquí se mantienen unas barreras y guardias, porque se argumenta que la concesión de la Marina para deportes náuticos les da exclusivo acceso a esa playa. Sin embargo, con un poco de buena voluntad, es posible habilitar sin casi ningún costo un sendero peatonal, lo que sin duda se transformaría en un paseo muy concurrido por los visitantes y que de verdad fomentaría el turismo.