miércoles, marzo 28, 2007




Lectura: Una fotografía actual del sector Estación de Tomé. Más de 50 familias, en su mayoría ex pensionados de Ferrocarriles deberán dejar sus casas e irse a Punta de Parra. Piden ser incorporados al programa de vivienda “sin deuda”.


Culpan a Ferrocarriles

Tomé, estancado en su plan Bicentenario

Hace más de 20 años que no pasa un tren por el pueblo. El abandonado Recinto Estación da una pésima bienvenida a los turistas, y el municipio apenas controla la maleza.

Por Nello Rolleri. V.

Tomé, con una de las más altas tasas de cesantía del país, que bordea el 15% (INE), tiene su mayor potencial de desarrollo en el turismo. Sin embargo, la falta de respuesta de Ferrocarriles respecto de qué hará con sus terrenos, mantiene a sus habitantes en vilo por un progreso que no llega.
Tiene los paisajes y el entorno para vivir un boom inmobiliario turístico. Pero los inversionistas deben llegar hasta Dichato para encontrar terrenos donde construir.
El problema es la línea férrea del ramal Lirquén-Tomé- Rucapequén, abandonado hace más de 20 años, tiempo en que la empresa estatal no ha definido si volverá a ocupar esta línea o el abandonado Recinto Estación.
Allí viven 21 familias de ex trabajadores ferroviarios, en su mayoría muy ancianos, que esperan con angustia su futuro. Saben que deberán abandonar las casas que ocuparon durantemás de 40 años, pero de las que nunca les entregaron un título de dominio.
“Hasta 1994 pagábamos un arriendo a ferrocarriles… después nos dijeron que depositáramos esa plata en una libreta para la vivienda, porque teníamos que irnos”, explica Paulino Meza Riffo (65 años), dirigente vecinal.
Ese año los terrenos y las casas fueron traspasados a una filial de EFE, Invía, que pretendía impulsar un desarrollo inmobiliario en todos los activos inmobiliarios prescindibles de la empresa.
De eso han pasado otros 13 años. Muchos ocupantes se han ido, las casas se caen de viejas y los durmientes de madera se pudrieron y Tomé sigue esperando que algún día tenga una mejor cara que ofrecerles a los visitantes cuando llegan. Ese proyecto es Bicentenario de Tomé y consiste en la recuperación del borde costero, entre las playas Bellavista y El Morro. Pese al apoyo formal del gobierno, la iniciativa avanza a paso de tortuga.

La línea de la discordia

El proyecto estrella de la iniciativa de recuperación del borde costero de Tomé es el ensanche de la avenida Almirante Latorre y la construcción de la Nueva Latorre, por la orilla del mar. Es una idea que abrirá la ciudad hacia la costa, con áreas verdes, paseo peatonal y ciclovía.
El proyecto se inicia en el estero Bellavista, donde se requiere un nuevo puente, que permita el radio de giro a los camiones, y se prolonga por 1,5 kilómetros hasta el ingreso al centro de la ciudad, en la calle Brasil.
Esta iniciativa requiere expropiar varias propiedades que se ubican en el sector de Bellavista, incluyendo casas, bodegas y pequeños talleres y locales comerciales.
La idea se encuentra en etapa de diseño de prefactibilidad y la empresa consultora espera presentarlo al concejo municipal durante abril.Una vez aprobado, deberá financiarse por el Ministerio de Vivienda el diseño definitivo del proyecto y su ejecución, que está valorada en forma preliminar en US$15 millones.
Sin embargo, como lo reconoce el alcalde Eduardo Aguilera, todavía no es posible tomar una decisión del diseño si es que ferrocarriles no define qué hará con el ramal en Tomé.
Los tomecinos esperan que algún día se reponga el servicio ferroviario de pasajeros y ser incorporados al Biotrén del Gran Concepción.

Pescadores y pensionados de EFE

Familias no están dispuestas a irse

Una de las opciones que maneja el municipio es decirle definitivamente adiós al tren y solicitarle a ferrocarriles que entregue la faja vía para permitir el ensanche a cuatro pistas de la avenida Latorre. La estrechez del terreno es particularmente crítica en el sector de “Quichiuto”, en que tanto el corte del cerro, como el relleno de la costa son soluciones muy costosas. En el paño del recinto Estación, además de las 21 familias de ex empleados ferroviarios, se han instalado en las últimas décadas un total de 36 familias de pescadores artesanales, que ocupan ilegalmente esos terrenos, pero que no están dispuestos a ser reubicados en otra área. Uno de los vecinos del sector, Eduardo Suazo Saldaña, señala que desde hace un tiempo han escuchado los rumores de que deberán desalojar los terrenos para el ensanche de la vía, pero advierte que los pescadores no saldrán de allí mientras no se les entregue una vivienda definitiva en Tomé. El dirigente de los vecinos ex ferroviarios, Paulino Meza, explica que ellos están dispuestos a trasladarse a una vivienda en Punta de Parra, para lo cual participan en un comité de allegados que reúne a más de 2 mil familias tomecinas.
Explica que son pensionados de EFE, por lo que no pueden acceder a un crédito hipotecario, por lo que requieren ser incorporados al programa de vivienda “sin deuda”.
Respecto a las instalaciones portuarias que tiene allí la Pesquera “Camanchaca”, la secretaria comunal de Planificación de Tomé, la ingeniera comercial Gerthie Placencia Alarcón, explica que se trata de una concesión marítima de la Subsecretaría de Marina que vence este año, que debería quedar desocupada en un breve plazo.
Otra de las etapas del plan consiste en el ensanche y mejoramiento de la calle Maipú, entre Brasil y Nogueira, que se espera ejecutar a contar de este año, con una inversión que bordeará los 500 millones de pesos.
Todas estas obras son parte de los proyectos comprometidos por la Presidenta Bachelet , en el marco del “Plan Tomé”, anunciado a fines del año pasado. La subsecretaria de Desarrollo Regional, Claudia Serrano, comprometió inversiones en la comuna durante el período 2007-2010 por un total de $27 mil 111 millones.
De las definiciones de EFE depende que estas obras se inicien en 2008, como la comunidad espera.

*Diario EL SUR, lunes 26 de marzo de 2007.