viernes, junio 15, 2012

¿Por qué todavía hay familias viviendo en aldeas en Tomé?

La próxima semana se inicia el invierno, que será el tercero viviendo en mediaguas para varios cientos de familias en Tomé, que resultaron damnificadas por el terremoto y tsunami del 27 de febrero de 2010.

El gobierno les ha pedido a esas familias que salgan de estas aldeas, especialmente a las que tienen niños y adultos mayores, debido al riesgo de enfermarse que supone el próximo invierno, al permancer en viviendas de material ligero.

En entrevista con "La Segunda", el delegado presidencial para Aldeas y Campamentos, Felipe Kast, aseguró que hay 1.011 familias que se han acogido al "subsidio de arriendo" y que este beneficio está disponible para todos los que hoy están viviendo en aldeas.

Las familias que no han aceptado esta modalidad son por dos razones: porque es difícil encontrar casas para arrendar a $150 mil mensuales en la comuna de Tomé y porque tienen temor de perder su opción a una vivienda definitiva y a los beneficios que reciben por estar en una aldea.

Al respecto, Kast respondió que "todas las familias ya tienen asignado un proyecto habitacional, cuya construcción ya comenzó. Y saben cuándo sus casas quedarán listas. De hecho, yo no puedo hacer un subsidio de arriendo con fecha de término incierta. Este beneficio, que es de hasta $150.000, se hace con contrato de arriendo y ante notario; y se le paga directamente a la familia que arrienda la casa, a través del Ministerio del Interior".

El delegado aseguró que cada semana se suman 50 familias a este método para dejar las aldeas. Sin embargo, advierte que "algunas personas se han dedicado a desinformar, diciendo que el que deje la aldea podría perder la opción a su vivienda definitiva. Eso no es cierto. Cada casa está asociada a una familia y ellas pueden ir a visitar las obras. La construcción es participativa".

Insistió en que "hoy no hay razones para vivir en una aldea. Responsablemente, les quiero decir a las familias que siguen viviendo en ellas que no hay ninguna necesidad de que sigan ahí".

Sorteo Villa Horizonte

Durante la semana también se realizó el sorteo de la ubicación de cada familia en las 210 casas que se construirán en el conjunto "Villa Horizonte", que es una urbanización que construye el Serviu justo frente a la aldea El Molino, en el camino de acceso a Dichato desde Tomé.

Ahora cada familia sabe exactamente el número de su casa, la manzana y calle en la cual se ubicará, y cuáles serán sus vecinos. Este sorteo se realizó en completo orden en Dichato, aunque algunas personas reclamaron a viva voz que se estaría beneficiando a personas que no tienen residencia permanente en esa localidad.

Los terrenos donde se desarrollará el conjunto habitacional ya se encuentran despejados. Fueron desforestados, se realizó movimiento de tierras y actualmente la empresa a cargo de las obras, Salfa Corp, trabaja en la urbanización del loteo, lo que considera la construcción de calles, pavimentación de veredas, instalación de redes de aguas lluvias, de conexión a los servicios de agua potable y alcantarillado, además de electricidad.

Las casas que se construirán en este sector corresponden a una modalidad industrializada, por lo que se estima que su proceso de armado durante el verano 2012-2013 será relativamente rápido, lo que permitirá entregarlas antes del próximo año.

 Filtraciones en casas nuevas

Sin embargo, no todo son buenas noticias para las familias damnificadas de Dichato. En el primer conjunto de casas entregadas en mayo pasado (ver fotografía), correspondientes a la Villa "El Sauce", el Serviu reconoció que hay siete casas que presentan filtraciones debido a las intensas precipitaciones de los últimos días.

Una de las beneficiarias, Ana Iribarra, explicó que todavía sigue habitando la mediagua en la aldea El Molino, pese a que se le entregó su casa definitiva en El Sauce, porque esta presenta numerosas filtraciones en paredes y ventanales, que incluso formaron una poza en el comedor.

El director del Serviu, Sergio Jara, aseguró que estas filtraciones no constituyen un impedimento para que las familias habiten sus nuevas casas y que los problemas deberán ser solucionados por la empresa constructora, como parte del proceso de post venta.