lunes, abril 30, 2012

Presbítero José Cabrera asumió en la parroquia Nuestra Señora de la Candelaria de Tomé

En una Eucaristía presidida por al Arzobispo de la Arquidiócesis de la Ssma. Concepción, Monseñor Fernando Chomali, el presbítero José Cabrera Lobos asumió como párroco en la parroquia Nuestra Señora de la Candelaria de Tomé.


En la acción concelebraron los sacerdotes Luis Figueroa, Víctor Álvarez y Héctor Rivera, quien asumió en la parroquia Nuestra Señora del Carmen de Talcahuano, sucediendo al padre José Cabrera.

El Vicario Parroquial, Pbro. Víctor Álvarez Tapia, leyó el decreto de nombramiento. Posterior al Evangelio, el nuevo párroco renovó sus promesas ante el Arzobispo, comprometiendo su obediencia y su fidelidad a la doctrina de la Iglesia Católica y enseñanzas del Evangelio.

Durante su homilía, Monseñor Chomali destacó la misión del párroco, que es “mostrar el rostro del Señor a través de acciones concretas en beneficio de la comunidad”. Recordó a los anteriores sacerdotes Ángel Jiménez y Héctor Rivera. Asimismo, preguntó con fuerza a la asamblea “¿cómo brilla una parroquia? ¿Cuál es el corazón de una parroquia que realmente cree que Jesucristo ha resucitado? Una parroquia que promueve la palabra de Dios, se pone al servicio de los demás, que va al encuentro de los necesitados, porque como dijo Juan Pablo II en su visita a Chile hace 25 años, ‘los pobres no pueden esperar’”. 

Finalmente, el Pastor observó dos cosas: “la primera, ustedes hermanos más que nadie saben la importancia de un sacerdote consagrado cien por ciento a la vida parroquial. Cuando falta el sacerdote en la comunidad algo pasa, sobre todo porque tiene la misión de administrar los sacramentos, celebrar la Eucaristía y perdonar los pecados. Los sacerdotes no caen del cielo, surgen de familias cristianas, por eso les pido que promuevan las vocaciones sacerdotales y religiosas”. En segundo lugar, dijo, “les pido que cuiden al párroco y al vicario. ¿Y cómo se cuida un sacerdote? Recen por nosotros, porque somos de carne y hueso”; “no los agobien, pregúntenles en qué les pueden ayudar” y “respeten sus momentos de descanso, porque así puede servir mejor a la comunidad”.

Antes de culminar la Eucaristía, el padre José habló a la asamblea, señalando que “son sentimientos encontrados, veo a muchos fieles de la parroquia de Nuestra Señora del Carmen de Talcahuano, y también a muchos que conocí en esta comunidad cuando estuve aquí hace 30 años atrás. Estoy aprendiendo del cambio, que hace bien y aunque uno no lo entienda a primera vista después comprende cómo Dios hace su obra. Como dijo el Arzobispo en su homilía, ‘todo pasa, sólo Dios queda’”. 

Visiblemente emocionado, el nuevo párroco agradeció la presencia de su madre y hermana, y también de cada uno de los fieles “porque ciertamente es un momento de gozo y de alegría, porque creo en el Señor y desde hoy prometo acompañarles en la comunidad”.

En instantes previos a la Eucaristía donde formalmente tomó posesión de la parroquia, y al ser consultado sobre los desafíos que implica asumir como párroco en la comunidad de Nuestra Señora de la Candelaria de Tomé, el padre José Cabrera señaló que “es difícil decirlo en este momento, porque estoy en una actitud de escuchar, de tratar de conocer nuevamente. El padre Ángel Jiménez (anterior párroco) estuvo durante muchos años dándole un estilo propio, y por lo tanto yo diría que en primer lugar el desafío es conocer lo que hay. Ahora ciertamente que el objetivo es ver cómo se atiente esta parroquia, con 22 comunidades, por lo tanto 22 capillas y mucha gente. Hoy cumplo un mes y todavía no visito todas las comunidades. Falta tiempo, y tengo que organizarla de tal manera que pueda cumplir con todas las obligaciones”.

Fuente: Iglesia.cl