
¿Entramos en competencia por un acuario?
Si todas las regiones de Chile están en competencia por un casino ¿porqué Tomé no podría entrar en una carrera con Valparaíso por un acuario?. Al parecer la idea presentada por los hispanos todavía no está muy "aterrizada". Esa impresión, por lo menos, me dio al leer a Raúl Gutiérrez, editor de www.granvalparaiso.cl, que señala:
Guastavino y el Viejito Pascuero
Está bien que a sus años siga ilusionándose como un niño, pero le hace mal a la deteriorada ciudad puerto que intente transmitir a su gente una euforia trasnochada
Raúl Gutiérrez V., editor del granvalparaiso.cl
(23/08/04)
"PRONTO DEBIÉRAMOS TENER un acuario inmenso, para que la gente del Norte, del Sur y de otros países diga 'vamos a ver el acuario de Valparaíso'. Eso significa trabajo, actividad, vida económica, es algo muy importante".
Palabras del Intendente de Valparaíso, Luis Guastavino, tras declararse “exultante”, es decir inflamado de gozo, tras la aprobación del proyecto del Borde Costero por parte del concejo municipal porteño. Eso de “exultante” suena a exageración porque la palabra la utiliza prácticamente en exclusiva la Iglesia Católica en la noche de la solemne vigilia pascual, al momento de proclamar la resurrección de Jesucristo.
Pero el Intendente Guastavino ya tiene habituados a quienes él denomina sus gobernados a una palabrería frondosa con la que trata de impresionarlos, cosa que sin duda consigue, ya que sus conciudadanos son, en su inmensa mayoría, semianalfabetos por desuso, que a lo sumo manejan 300 palabras en castellano.
"Todavía estoy exultante, se trata de un proyecto que le viene de maravilla a Valparaíso", declaró el intendente y enseguida se tiró al agua del acuario, anunciando que pronto deberíamos tener uno de tamaño inmenso, que se convertiría en un motivo de atracción nacional.
El dueño del proyecto, el gerente general de la Empresa Puerto de Valparaíso, Harald Jaeger, trató de ser diplomático para no dejar demasiado en evidencia el tropicalismo del intendente.
- Cuando pensamos en un acuario, ¿estará antes del 2010?
"Creo que eso es posible que ocurra" respondió el ejecutivo de EPV al periodista de El Mercurio.
Tómese nota, “creo que es posible que ocurra”. En otras palabras, es muy posible, también, que NO ocurra y que pasen los festejos del Bicentenario y no haya ni trazas del acuario gigante que promete Guastavino.
- ¿Cuándo la gente verá obras?
"Esto tiene un programa de desarrollo, pero tendrá su maduración completa en un plazo de ocho años y, obviamente, al comienzo se van a llevar a cabo todos aquellos proyectos que tienen mayor impacto social y de interés para la ciudadanía. Esto, porque justamente lo que se pretende es que llegue público, y eso le da vida y actividad".
Considérese que el proyecto que interviene y abre 20 hectáreas para diversos usos ciudadanos, especialmente varios enormes bloques de edificio que amenazan con liquidar la vista al mar y crear un ghetto sólo para propietarios pudientes. También "se contempla un borde de 1.200 metros, que tendrá en toda su extensión un paseo público, muy amplio, del orden de 40 metros de ancho", según se apresura a dejar constancia Jaeger.
A todas luces, el acuario del intendente, que el promete para "pronto", no está considerado entre los que, a juicio de EPV, resultan de mayor impacto social e interés para la ciudadanía.
En términos puramente económicos, un acuario en Tomé podría ser casi tan rentable como uno en Valparaíso. Obviamente no recibimos medio millón de argentinos todos los veranos, pero si un número significativo de turistas y hombres de negocios llegan a Carriel Sur y no creo que todos les interese sólo ver un casino.
Me llamó la atención que el gerente del proyecto sea el gerente de la empresa Puerto de Valparaíso. En Tomé el "gran" escollo es la disponibilidad de terrenos. Pero eso podría solucionarse si existiera una autoridad con buena capacidad de gestión.